Ahorro

En el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas te puedes deducir las aportaciones que hayas hechos durante el año al plan de pensiones. El máximo deducible no debe superar el 30% de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas, con un máximo de 8.000 euros. Las aportaciones se descuentan de la base liquidable, es decir, la renta que has obtenido durante el año declarado. Con esto se reduce el tipo de gravamen efectivo de la declaración.

Es un instrumento financiero de ahorro para complementar la pensión estatal que nos pertoque en caso de jubilación, invalidez o fallecimiento. También puede adelantarse el cobro de la prestación en situación de desempleo de larga duración. Hay muchos tipos de planes de pensiones; desde los más conservadores, con una rentabilidad asegurada, hasta los que juegan con la volatibilidad de los mercados, más arriesgados pero con mayor rentabilidad.

Una gran ventaja es que, mientras se aporte capital se obtiene un ahorro fiscal al reducirse la base imponible del IRPF. Además, de cara a los beneficiarios en caso de fallecimiento, el capital recibido no tributa como Sucesión o donación sino que lo hace en concepto de rendimiento del trabajo.

Auto

Es una cantidad que el tomador debe asumir en caso de reparación del propio vehículo por siniestro. Con esta herramienta, la compañía reduce el riesgo de siniestro así como la prima del seguro. Esta cantidad puede ser fija o un porcentaje y figura en el contrato. Por ejemplo, si un conductor tiene una franquicia de 180€ y el siniestro asciende a 400€, la aseguradora pagará los 220€ restantes a partir de la franquicia. Cuanto mayor sea la franquicia mayor será el descuento en la prima. Este tipo de seguros son la mejor opción para conductores con baja siniestralidad.

Ahora existe la posibilidad de proteger dicha franquicia con Aseguromifranquicia, una cobertura que te ofrece Asset Ibérica Underwriting y que te reembolsa el dinero de la franquicia cuando la compañía aseguradora de tu vehículo te la haya aplicado. Más información.

Se trata del precio que puede llegar a alcanzar en el mercado un coche usado y depende de la antigüedad, el estado de conservación y la ley que rija el mercado en el momento de la venta. Las aseguradoras tienen en cuenta este importe para calcular el precio de un vehículo que haya sufrido un siniestro. Para determinarlo se tienen en cuenta las cuantías oficiales determinadas por el Ministerio de Hacienda, tomando como referencia la fecha de la primera matriculación y buscando la marca y el modelo. Obtendremos un porcentaje del valor oficial. Si se trata de un vehículo utilizado como taxi, para alquiler sin conductor o para enseñanza de conductores, se reducirá la cifra al 70%.

La mayoría de las compañías de España no lo permiten. La mayor parte de las normativas de los diferentes países señalan que un conductor que quiera conducir un vehículo en un país distinto al lugar en el que esté registrado, aunque sea por unas horas, debe dar de baja la matrícula en el país de origen y registrarlo en el de destino.

Según la ley vigente, sí que es obligatorio aunque existe la posibilidad de eximir el pago del seguro. La Ley establece que todos los coches deben tener un seguro que cubra al menos la responsabilidad civil. Aunque el coche no se desplace puede dar lugar a daños a terceros, como puede ser el caso de un incendio. Pese a esto, se puede efectuar una baja temporal y voluntaria del vehículo en las oficinas de Tráfico, con ello estaremos exentos de pagar un seguro y el impuesto de circulación correspondiente. El único requisito para efectuar dicha baja, y para cuando queramos darlo de alta, es que el vehículo haya pasado la ITV.

Correduría de seguros

Es la ocurrencia de un hecho, previsto en la póliza, que da derecho a solicitar las prestaciones o indemnizaciones garantizadas.

Es el periodo especificado en las condiciones particulares de la póliza, durante el cual, en caso de siniestro, no se tendrá derecho a indemnización.

El tomador es la persona o entidad que suscribe la póliza y paga la prima.

El asegurado es la persona que está expuesta al riesgo, sobre quien recae la cobertura. Puede coincidir o no con el tomador.

El beneficiario es la persona especificada en la póliza que recibirá la indemnización en caso de siniestro.

Es el documento que justifica el contrato de seguro, entre el Tomador o Asegurado y la Compañía Aseguradora. Está compuesta por las Condiciones Generales, las Condiciones Especiales y las Condiciones Particulares.

Es muy importante que tus datos personales estén actualizados. Si hay algún cambio debes informarnos para que tu póliza permanezca al día. Puedes enviarnos la solicitud de actualización por correo electrónico a brumwell@brumwell.com incluyendo los datos a renovar y el número de póliza. Nosotros  haremos el resto y tramitaremos todas las modificaciones que nos indiques. También puedes llamarnos por teléfono o enviarnos la solicitud mediante los formularios de nuestra web.

Para contratar un seguro con Brumwell Brokers, puede contactarnos vía email, formularios en nuestra web, teléfono o acercarse a nuestras oficinas. Mediante cualquiera de estas vías le atenderemos y le informaremos sobre cualquier duda o necesidad.

En primer lugar, el asesoramiento es completamente imparcial, al no estar vinculados a ninguna compañía aseguradora. Le propondremos la solución más adecuada de entre toda la oferta existente. Además, durante la vigencia del contrato, le informaremos sobre cualquiera de las cláusulas de la póliza y, en caso de siniestro, le asistiremos y asesoraremos sin incrementar la prima del seguro. Como mediadores le ayudamos a identificar sus necesidades, intermediamos con la compañías, defendemos los intereses de nuestros clientes, actualizamos los capitales y coberturas y le informamos del estado de sus servicios y pólizas en cualquier momento.

Hogar

El valor del contenido debe incluir el coste de los objetos de valor que tengas en tu casa en el momento del contrato, ya que sólo así quedarán cubiertos ante un posible robo, inundación, incendio o desperfecto. Dentro de los objetos de valor se incluyen joyas, alhajas, objetos de oro, plata y platino, perlas y piedras preciosas. Lo primero que te pedirán es que acredites el valor de los elementos, por ello es importante guardar siempre las facturas, hacer fotos a los objetos y, a ser posible, obtener tasación de un joyero. Si no dispones de ninguno de estos documentos, un perito valorará los elementos robados según unos estándares y las características de la vivienda.

Si vives de alquiler también necesitas un seguro de hogar, aunque sólo necesitas tener cobertura en cuanto a reformas que tú hayas hecho, responsabilidad civil y tus enseres. Del continente se hace cargo el propietario de la vivienda.

Los capitales declarados en el momento de la contratación de un seguro quedarian por debajo de su valor si no se actualizaran. Para evitarlo se actualizan los capitales de la vivienda de manera automática, a cada vencimiento anual, siguiendo el IPC.

Son todos los elementos y materiales que forman parte de la construcción y estructura de un edificio o vivienda (paredes, techos, suelos, enchufes, parquel, pavimentos, molduras, instalaciones…) Se debe tener en cuenta para calcular el valor si ser ha hecho alguna rehabilitación o reforma en la vivienda. También forman parte del continente las superficies construidas fuera de la vivienda, como los garajes, piscinas o trasteros y todas las dependencias que no forman parte integrante de la vivienda pero que se encuentran en el mismo edificio que esta.

Acostumbra a ser una garantía básica y común en todos los seguros de hogar, Si están incluidos en tu póliza estarás protegido frente a lluvia, pedrisco, nieve, viento y caída de rayos. En cualquier caso se deben estudiar las condiciones generales y particulares para saber en qué supuestos y bajo qué límites tienes derecho a una indemnización. Hay que tener en cuenta que las catástrofes no están incluidas (terremotos, maremotos. erupciones volcánicas…).

La normativa referente al mercado hipotecario señala que no es obligatorio contratar un seguro de hogar al suscribir un préstamo hipotecario. Pese a que el banco lo ofrezca, tenemos la opción de no acceder a dicha contratación. Por el contrario, sí que es obligatorio un seguro de incendio para aquellas hipotecas cuyo titular es el banco.

Pese a esto, aunque tengamos la casa ya pagada, es muy recomendable tener un seguro de hogar, sobre todo por la responsabilidad civil frente a terceros. Ya que pueden darse fácilmente casos en los que se provoquen daños a otros pisos.

Son las pertenencias del propietario o inquilino, y de las personas que viven con él y que están dentro de la casa. Esto incluye tanto muebles como aparatos electrodomésticos, objetos de uso personal, ajuar, ropa, comestibles, elementos decorativos…

A mayor valor de los bienes asegurados más alta será la prima, pero si se deja algún bien fuera de la lista no habrá cobertura sobre él. Las joyas y las obras de arte deben ser declaradas de manera expresa, sobretodo si superan un determinado valor. Por norma general se toma el precio de los objetos en el momento en el que fueron adquiridos pero conviene recibir asesoramiento de un corredor para ajustar lo más posible el valor.

Salud

La compañía puede exigir que se verifique tu estado de salud mediante la presentación de un reconocimiento médico o que completes un cuestionario en el que se detallen dolencias o enfermedades que hayas sufrido con anterioridad o en la actualidad, llamadas preexistencias.

Se trata de una modalidad mediante la cual el asegurado que desee optar por un médico que no figure en el cuadro de la compañía, abonará al facultativo la consulta y la compañía le reembolsará dicho importe, de manera parcial o total según el porcentaje contratado.

Es la cantidad que debe abonar el usuario de una póliza con copago cuando usa un servicio. El copago es una manera de evitar la subida genérica de la prima y concienciar al cliente de la necesidad de usar de manera responsable un servicio determinado. Este tipo de pólizas es idóneo para personas que buscan una atención médica de calidad pero no acuden asiduamente al médico.

Vida

Ambas pólizas se centran en el fallecimiento del tomador de la póliza para que sus beneficiarios no tengan que afrontar gastos extras en el futuro. En el seguro de vida se incluye una indemnización, establecida en las condiciones generales, permitiendo así que los familiares mantengan la estabilidad económica. En el seguro de decesos se cubren los trámites administrativos y los gastos del sepelio.