Se acerca el momento de la desconexión del día a día, de los viajes y de que los planes de vacaciones se hagan realidad. Aunque viajar sea una gran ilusión también puede ser el origen de algunas preocupaciones, sobre todo si viajamos con niños o a otro continente.

Hay que tener claros nuestros derechos para poder reclamar ante las compañías en caso de que no cumplan con el servicio. Por ejemplo, en caso de overbooking, si el viajero no puede subir al avión, puede reclamar una indemnización económica. Si viaja en tren, podrá pedir el 50% del precio del billete por retraso de más de una hora y, a partir de la hora y media, el total del mismo. Viajando en barco, la UE regula muy claramente los derechos de los viajeros a estar informados. Si la partida se cancela podrá elegir entre el reembolso del billete o un transporte de condiciones similares hasta el destino final. Si la salida se retrasa más de 90 minutos, se le deberá proporcionar comida, bebida y alojamiento si se demora hasta el día siguiente.

En todos estos supuestos, las condiciones de reclamación cambian cuando los retrasos o cancelaciones se producen por problemas meteorológicos o ajenos a la compañía.